Calaveras

Diego

Diego es mi nombre; recuerdo a mi mamá diciendo que nunca me olvide de eso. A veces siento que no soy Diego, sino más bien Lucas. Lucas escucha voces en su cabeza que le dicen que no es ni Lucas ni Diego. Cuando me siento Diego, ignoro lo que Lucas dice, aunque muchas veces tiene razón.

Una vez, Lucas me dijo que las luces solo se prendían cuando alguien las miraba, o que un sonido solo se produce si alguien está dispuesto a escucharlo. No creo que Lucas esté bien, pero él nunca pide ayuda. También recuerdo la vez que me susurró que saltara del balcón del hotel en Mar del Plata, era chico y, claro, no le hice caso.

El problema surge cuando Lucas me habla de Hernán, porque me cae muy bien. No dice mucho, parece tímido pero se que es buen tipo. Una vez, me avisó que frenara antes de cruzar la calle, y me asusté tanto de su voz como del auto que pasó a toda velocidad. Incluso me dijo que no coma un pedazo de carne, al día de hoy le estoy agradecido. Hernán no se lleva bien con Lucas por alguna razón que desconozco, y como Hernan es tímido, Lucas se aprovecha para estar mas tiempo presente.

En fin, soy Diego y siempre voy a recordar lo que decía mi mamá. Le estoy agradecido por sabias palabras. Gracias también a Hernán por contarnos como mantener intacto su cuerpo, que Lucas me hizo esconder.

#ficciones