Calaveras

¿Quién es de verdad Eulogio de la Fuente?

Estimados lectores,
En esta nota quiero dar a conocer, quien es verdaderamente Eulogio de la Fuente.

Eulogio de la Fuente es un maldito hijo de puta, un sorete de esos soretes que duelen al salir. Es un terrible hijo de puta por todo lo que es y todo lo que lo rodea. Es un cerdo mal oliente. Un descerebrado, un forro con patas. Es mierda líquida con olor a muerte. Es un desprolijo, desalmado, mujeriego y forro. Es un borracho machista prepotente, calvo sorete hijo de puta. Su aliento huele a dinosaurio pútrido, su barba huele a orines y su forma de vestir es asquerosa.

Menos mal que nunca lo vi, si lo llego a ver le emboco una trompada en la cara que le baje los únicos tres dientes que tiene el hijo de puta. Me contaron que un día, frente a una panadería de la calle Avellaneda, se quitó los pantalones, mostró su asquerosas partes íntimas y las frotó por toda la vidriera, hijo de mil puta desagradable desalineado.

Cuando llovía, la mierda esa usaba unas bolsas de consorcio como zapatillas, porque decía que usar botas le recordaban a su padre muerto que era panadero. Indefendible el viejo éste.

Hubo un día, que se subió a un taxi y fue hasta la Costanera Norte, donde le dijo al chofer que esperara unos minutos. Se bajó y se tiró al agua como un cerdo feliz. Sorete indecente, desalineado hijo de puta. Obvio que no pagó el viaje y me da bronca, le rompería las piernas al viejo forro cara de sobre de mayonesa vencida.

El viejo es fanático de los gatos, una vez lo vieron comer un pastel de papa junto a cuatro gatos en un callejón, detrás de una fábrica de empandas. Decía que esos gatos eran sus mejores amigos, sólo por saber la balada del maullo.

La hermana me contó un día, que el viejo mal cagado y podrido de Eulogio se pasó 4 noches enteras, en el patio de la casa de su ex-mujer, solo para ver lo que hacía por las noches, viejo hijo de puta.

Así y todo esa bolsa de pus humana está libre por las calles, impune, desagradable y desprolijo. La policía no puede dar con su ubicación a pesar de que saben donde vive esa mierda mal cagada.

Solo espero, que un día esa persona no grata, pague... al menos el taxi.

Saludos lectores,
Eulogio de la Fuente.

#ficciones